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Año nuevo 1970

 Así alegres y felices también pasaron esos días, llegó  la noche vieja, en ese entonces no había  la tradición de las uvas, eso fue importado de España muchos años después, en esa época nosotros contábamos plata, salíamos y subíamos gradas con una maleta para viajar ese año, yo siempre pongo 12 velas a San Silvestre, una por mes para prender cada primero de mes, ese año no lo hice porque no encontré velas y ya lo dejé, después volví a mi costumbre hasta ahora. El Flaco y el Gordo se encargaron de los amigos, yo tenía mi pareja segura, igual cenamos,  empezamos a bailar, la canción que poníamos una y otra vez se llamaba Señora Chichera era una chacota general, el Flaco cantaba a gritos una canción chaqueña que nadie la conocía, pero todos ellos habían vivido en el chaco la letra era más o menos así: «carandayteña querida, dueña  de mi corazón, te suplico no me olvides ni me tengas compasión», esto es lo poco que me acuerdo de la canción, y Sandrita salía de su habitación y le gritaba a su papá, por favor papá , ya no grites tanto, quiero dormir, a todo esto ya sería la una dijimos todos a dormir, menos la Susy, Salvador, Edgar y yo porque continuamos, nos fuimos a bailar Hotel Restaurant Londres, luego nos fuimos a casa de Dorita, una amiga de la Susy,  en su casa tenía un fiestón, toda la noche bailando, ya amaneció y fuimos a comer chorizos, para mí eso no era desayuno, pero me pedí un té,creo que se llamaban» Las Lunares» o algo así, Salvador era muy conocido en Sucre, así que nos trataban de maravilla, era generoso con las propinas, así entre baile y comida y claro muchas risa, se volvió el 1 de enero, ya amanecía, yo veía cosas raras, yo no tomo trago así que ni lo piensen, lo máximo era una copa de champán  y una de vino blanco, solamente llegaba a tres con mucha insistencia  se me cerraba la garganta y tenía que ir al baño a botar todo lo que tenía adentro, no me pasó esto solo porque tomé refrescos, pero ya veía visiones, me asusté y les dije  me voy, Edgar me llevó, esa noche dormí en el cuarto, con alguno de ustedes no se cuál , me pueden hacer recuerdo, fueron unas cuántas horas de sueño como muerta y como todo lo bueno llega a su fin.

Nos quedaban solo dos  o tres días de vacación, así que fue preparar todo lo que habíamos traído, ese lunes yo tenía que presentarme al colegio para empezar mis talleres pero eso sí, el año de trabajo estaba asegurado, así pasaron 20 años de trabajo, pero cada año, así lo sentía era mejor profesora y mejor persona, ahí aprendí las mejores cosas que pueda tener,ser siempre veraz aunque sea en mi contra, a ser honrada y respetada por todos, y lo mejor seguir a Cristo, por siempre, creer en Él y saber que nunca nos deja solos. Parece tanto 20 años y ahora los veo como si hubiese sido una año o algo así, si no fuera por mis hijos, nietos y bisnietos, podía creer que el tiempo se detuvo, y sigo siendo la joven de 23 años que sin saber casi nada de la vida  ni tener experiencia, solo por el Inglés, pude trabajar y tratar de hacer un buen hogar con ellos a mi lado, les dí todo lo que pude, amor a raudales, porque escribiendo ahora recién me doy cuenta porque Tatiana hace  unos tres años o algo así, la última vez que vino, me dijo  para mí la Navidad se acabó cuando tenía doce años, yo no creo porque ella tiene 3 hijos ahora y los ha criado buenos y con muchas cualidades, nunca más hubiera festejado la Navidad, yo sé que lo hizo por herirme, por lo que vino después que no estaban ni en mis planes ni en mi cabeza, pero esto lo escribo con pena, las tres niñas nunca me perdonaron .Al leer esto se darán cuenta que yo lo he sabido siempre pero la única manera de seguir adelante…                 

  

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Navidad 1969

Entre pan, amor y fantasía (como el título de la película)pasaron los días, íbamos a pasear, a la piscina, que era una poza en una quinta propiedad de un amigo de René, donde la María y la Nadia se bañaban con bluejean. También íbamos a bailar al único lugar donde se podía bailar era restaurant y pista de baile, se llamaba Londres, pero pasábamos más tiempo en la casa, éramos tantos que siempre había de qué reír, el Javier era el cuenta cuentos, René todo el tiempo que pasaba en la casa lo sentaba a su lado y le decía cuéntame cuentos subiditos de tono, y era todo motivo de risa, éramos una familia felíz. Arreglamos la casa, con todo el amor,  a puro papel y focos, quedó linda, preparamos la cena, cada uno hacía algo, le dijimos al Javier que era el más chiquito de tamaño, pero no de edad, y era un terremoto, inteligente y vivaz como nadie, el nos hacía reír todo el tiempo, que sería el Papá Noel, lo llenamos de almohadas porque encima era flaco, pero también se volvió diversión el vestirlo, no tenemos ni fotos, era tan caro revelar y no teníamos máquina, así que todo vive en nuestra memoria, y todos, se acuerdan, doy fe de ello. Todos nos vestimos con lo mejor y empezó la Noche Buena, la mejor de nuestras vidas, el niño era grande y el pesebre lleno de animales, el árbol era hermoso como siempre en nuestras casas, todos nos criamos amando la Navidad, y no era por los regalos, nos acostumbramos a festejar el nacimiento de Cristo El Redentor, eso fue siempre así. Me acuerdo mucho de mi querida hermana Lulú, esa noche estaba con un vestido amarillo bajito, casi blanco, de seda, y era tan alegre  que nos puso a bailar villancicos, bailamos de dos en dos, y claro cantábamos al son de la música, que alegría Dios mío, !!!!cenamos llegó la hora de dar los regalos a Sandrita y Eduardito nadie más tenía, fue todo risas, Sandrita tendría dos años y medio y Eduardito era bebé, pero Sandra se depertó y le gritó al papá Noel, no te quiero, vete!!!pero vio su triciclo y ya se calmó, empezó a dar vueltas, casi amanecía y todos nos fuimos a dormir y dejamos  atrás uno de los momentos más felices de nuestras vidas… Pero  la siguiente semana sería AÑO NUEVO 1970.       

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Noviembre 29, 1969

Llegó el 29 cumpleaños de Evelia, mamá de Sandrita y Eduardito, hijos del flaco ( Eduardo Quiroga Bonadona) Sandrita tenía más o menos 2 años y medio y Eduardito un año o menos era bebé, entre charla, risas, gritos y mucho ruido como siempre, empezamos a preparar la fiesta, lo más cómico fue la matada del chancho, por supuesto nadie sabía ni nadie quería hacerlo, pero mi cuñado como buen soldado lo sabía, pero pedía ayuda y todos nos encerramos en el comedor, pero el Adolfito, valiente, dijo yo voy, y entre los dos corrían todo el patio y jardín detrás del cerdo, nosotros adentro muertos de risa, no sé como lograron agarrarlo ni como lo mataron y limpiaron, yo estaba muerta de miedo, no quería ver nada, la cosa es que el cerdo fue la cena estupenda, chancho al horno y sus guarniciones que hicimos entre todos. Más tarde nos fuimos a la peluquería, en esa época yo usaba una media melena y le dije a la peluquera que me haga un moño, me hizo dejando sueltos a los lados de la cara unos chorizitos de cabello, yo me sentía super, salimos con Susy y Charo, nos fuimos a la casa a poner la mesa y arreglarnos nosotras. No tenía un vestido solo mis falditas, la Susy me dijo tengo un vestido verde, te quedará bien, ponte ese que yo no me lo pongo, bueno, me metí el vestido, era verde al cuerpo, y con escote redondo con un volado, me quedaba pintado o yo lo creía, era joven, no era gorda ni flaca, me creía la Reina de Saba. Era una noche calurosa de verano, no llovía y todo esta bien organizado en el comedor de afuera, empezó a llegar la gente una cantidad de compañeros de la Universidad del Gordo, él entonces ya había terminado abogacía y le faltaba hacer sus papeles, pero era aún presidente de la C.U.B. llegaban y llegaban, todos jóvenes y lindos y profesionales casi todos, cuando salgo, el Flaco que siempre metomaba el pelo a veces me hacía llorar, se para y me toma de la mano y dice: Señores les presento a mi tía «Cleopatra», casi me desmayo al escuchar esto, me puse roja como un tomate, cenamos, bailamos de todo, el Salvador trajo un tocadiscos y discos montones, teníamos la música que queríamos, había un muchacho médico que hacía su especialidad en psiquiatría se llamaba Edgar Prieto y nos gustamos, nació un hermoso romance que duró lo que dura un amor de verano, con él pasé bellos momentos, porque no era como ahora, a la cama, era amor, solo paseos, tomar un té, comer algo, él no tenía mucho dinero, yo nada, caminábamos kms, fuimos a la Florida, así se llamaba donde era la casa del Presidente Arce que estaba en ruinas pero se veía que había sido una mansión. Él vivía con sus padres en el Tolar, lejos de nuestra casa, llegamos hasta la puerta de su casa, y me dijo que si te presento a mis padres divorciada con cuatro hijos me matan, el vivía con padres y hermanos, una familia bien formada y conservadora, él mismo estaba educado a la antigua, y yo también, no piensen mal, él me decía si no tuvieras tus hijos yo me casaría contigo, pero te imaginas? mis padres me matan antes que suceda esto, solo fue eso amor de verano, todavía tenemos que hablar de la Navidad y Año nuevo, Navidad muy familiar. próximo capítulo NAVIDAD.

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Viaje a Sucre

Todos se fueron después del cumpleaños de mi hermano Jorge, yo dormí un rato, ustedes también dormían porque no tenían costumbre de dormir tarde, era sábado. Después de tomar desayuno, arreglamos todo para nuestro viaje a Sucre, Lulú me dijo que lleve dos colchones porque había alquilado una habitación independiente para que los chicos duerman allí. El Domingo como de costumbre a la Iglesia y comer una salteñitas por ahí o llevar a la casa, la verdad cuando he sido más pobre pero sola con ustedes creo que todos éramos felices ( o solo yo lo creo) pero era feliz con mi trabajo y con el tiempo que pasábamos juntos, al menos eran muy alegres, el Iván con sus investigaciones, la Nadia con tortícolis de sacar dibujos de miniaturas a grande, pero no cedía y contaba su ropa para que no se la de a la Aimée, la guagua lloraba de todo y de nada, una vez me dijo que el Iván le había pegado y lloraba como Magdalena, le pegué al Ivancito que hasta ahora no puedo perdonarme, me traicionaron mis nervios, ayyyy hijo, perdón por esto. A las chicas nunca las toqué, pero no sé porque a mi hijito amado, en fin que pasaría ese momento, pero siempre me he sentido culpable. Antes del martes, vino el Adolfito y me dijo, tía, nos dejarás? sin pensarlo le dije no, vendrán conmigo tú y el Chori, quedamos a las 4 en la parada de la flota Diana que era en la puerta de San Francisco, mi hermano Jorge pasó esa noche por mi departamento y también me dijo, la puedes llevar a la Charo con el Fabrizio, por supuesto el pagaba lo de su mujer, llama a Lulú,le dije, ya lo hice, me contestó. Sabes quiero descansar un poco, peleamos mucho y así vemos si seguimos adelante o no, Lulú aceptó, yo viajo con ellos encantada, tenemos que ir temprano por los boletos, que te venden antes de partir el bus. Al fin llegó el martes 18, nos fuimos en dos taxis,con el cargamento  de colchones, en esa poca la gente era educada, los taxis  te trataban bien y hacían lo que podían por ayudarte, no eran como son ahora, con sus caras de fieras que parece que te quieren comer, era gente educada y buena, cargamos todo, el Adolfito y el Chori  irían directo ahí. Llegamos para comprar los boletos, yo compré 8 boletos, para nosotros 5, la Cecilia, el Adolfo y el Javier, la Charo dos para que el bebé se pueda dormir en un asiento, eran grandes y cómodos, llenamos la flota, ni un pasajero más, los chicos  no llegaban los chicos, ya estaba  sin saber que  hacer, ya casi a las cinco aparecen y les digo que pasó? el Javier me dice, el Adolfo se olvidó su almohada y tuvimos que volver a la casa bueno ahora todos a sus asientos, nos acomodamos  muy bien toda la flota nuestra, no era tan grande como ahora son, pero muy felices partimos hacía  la ciudad más preciosa de Bolivia.

Ese viaje me pareció un sueño, años que no habíamos tenido una vacación, ustedes cantaban reían, peleaban por algo, era tan bueno el viaje que hacía las 7 -8 de la noche nos sirvieron algo de comer, cada uno tenía su bandeja como en el avión, el paisaje era muy árido, en esa época el alto era solo aeropuerto, no habían más que unas cuantas casuchas en el camino, comimos y nos alistamos para dormir, lavarse dientes, cara y crema, el Iván odiaba la crema Nivea. Había al fondo un baño limpio, y además éramos nosotros, si hay algo que me equivoco, me corrigen, yo lo recuerdo así. Era muy feliz, poder darles a mis hijos una vacación y a los dos chicos también, me sentía tan satisfecha de no haberlos dejado  y disfrutar de lo poco que teníamos, entre todos. Recién conoceríamos la casa nueva de René y Lulú, en mesa verde, lejos de la ciudad, eso decían, ahora queda en el centro. Llegamos al día siguiente  en la tarde, luego de pasar por la campiña Chuquisaqueña, verde, las pérgolas llenas de uvas, lista para cosechar, negras y verdes, dulces, era un sueño, por supuesto nos dieron desayuno  que era un té, a los niños les dieron café con leche, la guagua no quería nada, se indispuso mucho, estaba amarilla, yo también tomé un té puro,en esa época era flaca y no era comilona, el almuerzo fue igual, casi no comimos la guagua y yo pero los demás comieron se tiraron comida, de todo ,pero estábamos felices, eso cuenta. Que viaje hermoso, pero llegó el final como todo, pero eran tan buenas personas que el chofer de la flota me dijo, señora donde va ir? le dije a Mesa verde, donde el general Quiroga, me dijo, no, no puedo dejarla aquí,con tantos niños, la llevaré hasta su casa,con todas sus cosas, y cuando vuelva a La Paz, nos llama y vendré a buscarla, se imaginan, qué alegría, no hubiera sabido que hacer, Lulú tenía teléfono en su casa, me presté de la oficina d la flota y le avisé que llegó el regimiento..Llegamos a mesa verde y salió Lulú con una llave para poner todas las cosas en el cuarto que había alquilado para nosotros, y dejamos ahí todo revuelto, gracias de nuevo  al chofer con una pequeña propina, digo pequeña porque se merecía mucho más…

Arriba: Javier, Aimée, yo y Tatiana
Abajo: Nadia, Charo con Fabrizio y Cecilia

En la familia Bonadona Peña, estábamos acostumbrados a compartir todo, era una costumbre que mamá mantenía para que sepamos compartir y ser buenos hermanos. No estando mamá, Lulú se quedó de madre, era la mayor y ella que tenía seis hijos, y nosotras, o sea Betty y yo , la considerábamos  una madre siempre por ser las menores Lulú nos criaba como hijas, Betty siempre viajaba con Lulú a los destinos de René, yo era más apegada a mi mamá, me costaba mucho dejarla así que me quedaba en casa con ella, por eso por muchos años la casa de mi mamá era mi casa, donde yo vivía era la casa del Nanhy. No quiero irme lejos.  Entramos a la casa, no la conocíamos,  había un pequeño jardín adelante, era una reja blanca grande para poner el auto, o sea tenía unas vías para auto, se entraba por la puerta pequeña también  blanca, estas son aún las puertas, claro aquí están maltratadas pero eran nuevas y blancas, se deben acordar. Pasamos esas rejas y pisamos un pequeño jardín de la puerta chica y entramos abriendo otra puerta   que daba al living comedor, con la avalancha nuestra  pusieron dos camas en lo que era el living, porque saliendo estaba la cocina y había en el patio, una galería  dónde estaba el  comedor tenía  una mesa gigante y no sé cuántas sillas.  Bordeando  el living había unas habitaciones ocupadas, la primea por Evelia, el flaco y sus dos hijos, Sandra y Eduardo, tendrían 3 y 2 años más o  menos, luego la del medio era de Lucha y René, la otra era de Susana y Manuelito bebé. Al frente se fueron María, Nadia, Ivancito, Adolfito y Javier  en el living había una cama donde dormía la Charo con el Fabricio y en el suelo tendíamos un colchón dónde dormía la Tatiana con Cecilia y la Aimée, (si estoy mal y alguien se acuerda me lo hacen saber, yo me acuerdo esto)salimos afuera y era hermoso, lleno de plantas había un pilón donde podían bañarse los pequeños una gruta con la virgen de Lourdes, hecha de piedras blancas, planta de locotos en la pared, árboles de durazno y ciruelos, frutillas, me encantó, todo con pasto verde !qué bonita era!!!

La puerta de entrada de la casa de Lulú en Sucre
Flores en el jardín de la casa de Sucre

Salimos al jardín y al fondo que vemos, UN HORNO DE BARRO eso ya no existe ni yo conocía de verdad, solo en historietas, pero éste era verdadero, a  un lado su pala para hornear, sacar las latas con panes o tortas, era increíble, todos reíamos porque nadie conocía, estaba próximo el cumpleaños de Evelia, así que Lulú dijo, ahora a comer algo y a dormir , yo siempre me levanto muy temprano, así que me pareció bien, fuimos al frente a arreglar las cosas hasta la hora de comer, tendimos las camas nos arreglamos como pudimos, creo que todos éramos felices, yo llevé mi ropa y de la guagua al frente, no toda, dejé para cambiarnos ahí porque habría mucho desorden, y en el cuarto había donde guardar todo,  sucedió tal cual, creo que nadie tuvo sueño porque tomamos desayuno juntos, dos turnos, pese a la enormidad de la mesa, Lulú dijo , limpien bien la mesa porque haré pan para estos días, todos ayudamos y el Adolfito  se convirtió en el panadero oficial, él sacaba y metía el pan, agarró al tiro cuanto tiempo, cuan tostado todo, poníamos las latas las otras ya salían, creo que era un quintal  de harina blanca, mientras Lulú y Adolfito hacían pan, nosotras limpiábamos la casa y María empezó a cocinar y nosotras ayudábamos en todo. Por la casa caminaba un cerdo, y René dijo, lo traje para festejar el cumpleaños de Evelia, terminaron el pan, comimos y nos alistamos para salir, por supuesto previo baño, todos éramos muy limpios, al frente había un pequeño parque con columpios y María dijo es de mi papá, así     que se adueñaron del parque y no dejaban que nadie más  se columpie, salimos esa tarde todos a pasear, lo maravilloso era el buen clima y que no había más que una y otra tienda, así que nadie se antojaba de nada para navidad, el trato fue, viaje sin regalos, pero creo que nunca fuimos tan pobres y tan felices.    Conocimos la plaza principal 25 de Mayo, la calle Arce y la tienda del Salvador esposo de Susanita, padre de Manuelito, gran señor amable y muy bueno, la Susy vivía con su mamá porque Manuelito era muy chiquito y ella tenía miedo de estar sola, entonces Salvador vivía en su casa, con su hermano y su cuñada. La Charo se adaptó muy bien con la Susy y criaban a Los dos bebés,  les daban todo igual.  René tenía un auto Studebaker, viejo antiguo, pero cada noche el flaco más osado robaba las llaves de su bolsillo y nos llevaba a pasear, el chorizo era tan pequeño que lo llevábamos   en la parte de atrás en el espacio del sillón y el vidrio, ( se entiende verdad?) donde se ponen los paquetes, casi no habían autos y en la noche menos, así que poníamos música, la señora chichera y escuchábamos en el auto, reíamos a morir, creo que  solo en tu niñez o juventud puedes reír de esas tonteras, porque ese momento tu vida es bella, NO hay otra explicación y siempre recordé este tiempo como el mejor de mi vida, todo era amor y alegría. Hijos chicos problemas chicos, René era el abuelito y le enseñaba a jugar póker al Ivancito era el mejor cuñado que nadie pudo tener. Lo amábamos.

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Cumpleaños Jorge

Llegó  el mes de noviembre d 1969 y las vacaciones de verano, hasta enero 15  no tenía que volver al colegio, en esa fecha preparábamos los programas para el año próximo, todo se hacía con calma y tiempo, eso se nos volvió una costumbre incluso en tu vida privada. Llegué a casa el último día de asistencia para mí, porque los alumnos salían un poco antes que los profesores, tenía que ser viernes, estaba llena de alegría y de optimismo, sabía que al fin tendría días con los chicos para compartir, ya eran más grandes, el Iván tenía 15, Nadia 14, Aimée 13 y la guagua 10 años,(está bien los años? corrigen). Les decía que llegué radiante, me habían pagado 5 sueldos juntos, noviembre, diciembre, aguinaldo, desahucio y beneficios, los reuní y les dije, tenemos plata , quieren pasar Navidad aquí en casa con regalos y todo lo demás? o prefieren viajar a Sucre donde la tía Lucha, los podemos llevar al Adolfo y al Javier con nosotros,ellos están solos. Todos me acuerdo bien, votaron por el viaje, y ahora les digo gracias, que bellas Navidades pasamos en Sucre, no había regalos, tenía que dejar todo pagado, alquiler noviembre y diciembre, luz al día, empleada con aguinaldo y sueldos, no teníamos teléfono, ni otras cosa, así que alcazaba para viajar, pero no para regalos, teníamos que volver en enero con algo de plata para comer ese mes, recién me volverían a pagar a fin de enero. Lo bueno es que alcanzó pasajes de ida y vuelta lo que quedó le dí a Lulú para la comida, ayudar en algo, teníamos los boletos para el 18 de noviembre, así que ha preparar ropa, el 13 era el cumpleaños de mi hermano Jorge, había peleado con a Charo, su mujer unos días antes, me dijo si yo podía ayudarle con la cena de su cumpleaños que sería el 14, le dije por supuesto, además yo tenía a la Teresa que cocinaba como  las diosas del olimpo, esa noche del 14 con una mesa bien puesta, una comida exquisita,  cambió el resto de mi vida, yo no lo sabía. Dios estaba tejiendo otro destino para mí, cuando terminamos de llevar todo a la casa de mi hermano, era al fondo, el primer departamento nuestro, se lo dejé para irnos a la 6 de agosto,desde entonces vivieron allí y mucho tiempo, en ese departamento murió mi papá. Ya el viaje estaba todo listo, esa noche me vestí con un traje negro que me regaló la mamá Rosa traído de Miami, cuando  me quedé con el pollo, creo que 15 días, otra historia,del pollito, pollito, ya les contaré, llegué a la cena cuando apenas habían dos o tres personas, todos hombres, saludé y seguí poniendo lo que faltaba, mi hermano  atendía y servía   bebidas, todo era perfecto, ustedes de rato en rato entraban al pasillo y corrían, una vez y otra vez así hasta que se cansaron y se fueron a dormir. En una de esas carreras un señor me preguntó: son sus hermanitos? no, le dije , son mis hijos, porque yo les hacía señas para que fueran a dormir, me dijo imposible, dice usted eso para que nadie la moleste, mi hermano pasó y oyó y le dijo, mejor de lejos porque si, son sus hijos y el mayor es tan grande como tú, te puede romper el cuello. Hacía las doce ustedes pararon de correr , ya habíamos cenado, apagado velas y comido torta, comenzamos a bailar , muchos se fueron como a la una, ya se volvió pachanga para nosotros, todos los que quedaron eran amigos, yo bailé con éste señor que se imaginan quién era, antes ni me miró porque a él le gustaba hablar y hablar, yo tampoco lo hacía porque me divertía con los otros, reímos mucho, el señor desapareció el Roger y el Loro me dijeron cuando yo me salía, podías invitarnos un café en tu casa? aquí hasta el Bona ya duermen, si, por qué no? salimos y caminamos  a nuestra casa, ya saben bajando las graditas.             

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Divorcio

Vino el Manuel y me dijo, he terminado el departamento de abajo, quiere que se lo alquile? le dije si, a Bs.  800 el alquiler,  pero yo ya estaba trabajando  en la mañana y tarde,  tenía como hacer frente a ese alquiler, todo lo hacía para poder divorciarme, ya no podía más, espero que mis hijos se acuerden de los momentos horrible vividos, aunque prefería que se hayan olvidado, pero mi divorcio no fue una locura, ni por alguien, fue el maltrato y el desprecio  como me trataba  el hombre al cual le había dado 4 hijos… Quería divorciarme, y le hice saber al Hernán. Él reaccionó muy mal, me dijo no te daré un centavo, aunque mueras de hambre, (cumplió su palabra, jamás les juro me dio ni un peso) jamás le pedí, me decía vas a tener que pedir limosna y cuando te vea, te daré una patada y no te daré ni un real ni una moneda, nada, además te quitaré a mis hijos, yo le respondía que intente, como ninguno es su hijo, tendrá que probar, ante la idea que yo diga eso se ponía más furioso, pero lo único que yo quería era que me dé el divorcio, después de insultarnos de todo me dijo, iremos donde el primer abogado que veamos, era el día de mi cumpleaños, cumplía 31 años, y tenía esa tarde libre  por eso quise hablar con él porque cosa rara estaba en la casa, me dijo seguro  me quieres llevar donde tus parientes para que me dejen sin nada, ahí me reí, realmente pensaba que teníamos algo? ni camas, nada, le dije vamos donde tú quieras, llegamos a la calle  Jenaro Sanjinés, AHÍ ESTABAN TODOS LOS ABOGADOS EN UN EDIFICIO TODO DESPORTILLADO, VIEJO, FEO, pero  no me importó, entramos en un cuartito máximo de 3×3 mts.  nos sentamos frente al abogado, chiquitito, flaquito pero después fue una luz, nos dijo quién pagará, le dije yo, fijaremos las pensiones, le dije no quiero nada de él, solo que no lo vuelva a ver cerca , que  vea a sus hijos cuando quiera pero fuera de la casa, ellos ya son grandes.  Muy bien nos dijo en unos días yo me comunicaré con ustedes,  yo le di el número de teléfono de mi trabajo, nosotros no teníamos teléfono así que no había otra cosa, ahora me siento contenta de no haberle recibido nada de dinero, hubiera sido la humillación más grande para mí y les juro por Dios, nunca me dio un centavo para que coman o se compren algo, nunca…, lo poco que han tenido ha sido porque yo empecé a trabajar más horas, me dieron una beca para uno o sea el mayor y luego pasó a Nadia  y así sucesivamente.  Sé que hemos pasado muchos sufrimientos, nos faltaba de todo, incluso hacía sábanas de las bolsa de azúcar, Teresa la empleada me ayudaba mucho porque ella era ahorradora, o sea gastaba lo poco que teníamos  y lo volvía el doble,  era una mujer muy buena, me la dejó Lulú porque ellos se fueron a Villa montes, la verdad , hijos míos que nunca me he arrepentido de haberme divorciado, hubiéramos terminado en la miseria más espantosa, gracias a Dios nunca les faltó colegio, salud, comida buena y mi amor para ustedes es y era por sobre todo, trabajé hasta 14 horas por día para que tengan buena comida y pueda  llevarlos a tomar su chocolate  helado al club de La Paz.  Ahora que la vida se me está yendo, saben que lo que digo es verdad.    


 [E1]

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Cuando aprendí a decir NO

Lo más difícil del mundo es decir no, pero yo me creía  muy buena diciendo si a todo, así perdí mi hermoso libro de 1500 página, escritas por un gran escritor norteamericano John Steinbeck el título era AL ESTE DEL PARAÍSO, nunca he vuelto a leer un libro como aquel, era mi libro de cabecera y lo presté por no saber decir no, y hasta el día de hoy no me devolvieron. Cuando lo pedí me dijo la persona a quién le había prestado que ya me lo devolvió, se imaginan? y yo no  creía que la gente  te podía mentir en tu cara.

Cuando comencé a trabajar, una de las profesoras que contrataron después de que yo ingresé, cuando la vi por primera vez me pareció que la conocía y nos mirábamos hasta que ella me dijo eres tu Olga Bonadona? le dije si , ella me dijo: yo soy Gladys Rollano estábamos en en colegio Anglo-americano juntas, me dijo, ahí me dí cuenta quién era, tenía unos 4 o 5 años más que yo, estaba terminando el colegio y se notaba que era joven, linda morena y coqueta, nos abrazamos después de tantos años y volvimos a ser amigas. Ella estaba casada con el pastor de una de las Iglesias  Metodistas de La Paz, ahora no me acuerdo su nombre, pero vivía en el colegio al fondo donde estaban las casas de los directores y ´pastores, en esa época el colegio era el mejor colegio de La Paz y estaba a cargo de los norteamericanos que eran misioneros y había una especie de condomio  por donde estaba la cancha de tenis y la capilla, preciosa que la hicieron  demoler  años después, felizmente no vi eso, pero les obligaron para hacer un tunel, que pena tan grande desde la ventana de la capilla se veía el Illimani en todo su esplendor  así que cuando estabas orando tenías esa vista de la naturaleza que era impresionante. Algunas tardes terminábamos de trabajar un poco más tempano y la Gladys nos invitaba tomar un té con galletas a su casa, a modo de descansar un rato, y también charlar, ella ponía una música hermosa y era un relax esos momentos, una tarde de esas puso un disco que me encantaba y claro yo no podía comprarlo, y le dije me lo prestas? quisiera  que  mis hijas escuchen esto tan bonito, y me dijo no, yo no esperaba esa respuesta y me quedé fría, ella se dio cuenta y me explicó, hay cosas que no debes prestar nunca, y te he dicho NO, porque me he dado cuenta que tú quieres  quedar bien con todos y no ves el daño  que haces y te haces a ti misma, es preferible decir no y tener siempre tu amiga  porque por decir si a todos o peleas con tus amigas o quedas mal porque no estás  contenta cuando no te devuelven y comienzas  a alejarte de esa persona, porque dentro de ti queda un resentimiento y rabia, porque está claro, no te devuelven o lo pierden o lo rompen y tu pierdes amiga y el objeto que has prestado, y me dijo, te pido que desde ahora no pidas nada prestado ni  prestes, aprende a decir no, si no tendrás muchos problemas en tu vida porque perderás amistades y  estarás tan descontenta contigo que sufrirás sin motivo. Eso fue una lección para mí me acordé como siempre cuando me presté o presté algo nunca más recuperé y perdí la amistad porque claro la gente sabe lo que te ha hecho y ya se aparta , ya no quiere ni verte,me hizo prometer que desde ese día nunca más diré a todo si y que aprenderé a  ser sincera conmigo misma. Felizmente aprendí la lección.   

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San Juan

Llegó San Juan  y me trajo otro sufrimiento, los chicos  estaban casi adolescentes,  tenía una fiesta al frente  de la casa, los chicos y  chicas eran de esa edad más o menos, el Iván que era tesorero del Club SPLENDID se fue a su fiesta,  todos eran chicos del barrio, con padres y madres conocidos, no había pena, las chicas estrenaron los trajes que les trajo el Nanhy de su viaje  a NY eran iguales, la Tamara estaba enojada, porque a ella no  le gustaba   que nadie de ustedes se vistan igual.   Su  padre les trajo conjuntos igualitos, el pantalón rojo y la polera rojo con blanco, era terrible, pero igual se pusieron, la Aimée ni si mosqueaba, para ella todo era  bueno,  para la Tamara no, siempre  fue exclusivista y sigue siendo.   Mi hermana Lulú llegó a La Paz para estar con María y alquiló un departamento  chiquito en la Crespo, cerca de mi casa, pero un día salió a la calle y un perro le saltó  y la hizo caer y se rompió la pierna  derecha,  estaba enyesada, pero caminaba distancias cortas y la noche de San Juan me dijo iré a acompañarte mientras espero a María que estará con tus hijas en la fiesta frente a tu casa yo feliz por supuesto,  se fueron todos y nos quedamos solas, llegó la señorita Gaby y entonces cuando la calle estaba silenciosa, les dije  podemos ir a ver  todo está bien, mis hijas están con ropa nylon y tengo miedo que se quemen, en qué hora salí, ya la fogatas estaban casi apagadas  y nos acercamos a la que estaba frente a las gradas nuestras y les cuento, me entró un buscapiques. esos que vuelan se entró dentro de mi pantalón de nylon ajustado, eran como calza,  no sé cómo entró y me quemó las medias que tenía puestas y me dio vueltas por mi pierna hasta que la señorita Gaby se sacó el abrigo y me envolvió, el cohete salió disparando y mi pantalón ardió, mis gritos eran aterradores…             

El dolor que me causó la quemazón fue horrible, las chicas que estaban en la casa del frente, pese a la música, salieron a ver qué pasaba yo en un grito bajé todas esas gradas hasta llegar al departamento, mi sobrina María y la Tamara fueron corriendo a la farmacia y me trajeron una pomada que se llamaba picrato de butesin me curaron entre todas, me sacaron los saldos de la media era mi pierna derecha, me pusieron la pomada y el dolor bajó, todos estaban asustados, mi pobre hermana con su pierna enyesada volvió a bajar las gradas y luego tendría que irse y de nuevo subiría, que noche cruel, al final me hicieron una  cubierta de cartulina que nunca faltaba en casa por el colegio, me pusieron una media de lana y me acomodaron para que duerma, eran vacaciones de invierno,  menos mal, pero yo le había dado vacación a mi empleada y estaba sola, al día siguiente hice que el Nanhy  llamé a su primo el Chalo Silva , Nanhy no sabía nada, llegó como a las 5 am y se durmió, yo lo desperté como a las 9 y le dije que llame al doctor, salió a llamar, nosotros no teníamos teléfono y me dijo vendrá más tarde y después se salió, a trabajar sería porque  la vacación era solo para las escuelas, vino el Chalo, tan bueno, me dijo que lo que me habían puesto era lo mejor para las quemaduras, me dijo  que una parte de la quemadura es de tercer grado, te puede quedar un hueco, pero si te cuidas   sanarás bien, no puedes levantarte, sólo para ir al baño, la situación era  tremenda pero mi hermana Lulú con pierna enyesada venía desde su casa, menos mal no era  muy lejos y cocinaba para los niños, ellos eran muy chicos para estar en la cocina, por lo menos yo nunca quise que entren en la cocina por temor a que se quemen, así fue siempre.  Una mañana apareció una mujer con dos hermanos de unos 10 y 12 años, ella tendría 20, uno de los chicos no tenía pierna , andaba con una muleta, viendo eso yo ya me vi igual, ella me dijo quiero trabajar para mis hermanitos, yo sin preguntar nada le dije bueno, desde  mi cama, estuvo bien unos tres días hasta que se perdió llevándose toda nuestra ropa que estaba para lavar, y no apareció más, pero Dios es grande apareció la Sabina antes de tiempo y bueno, todo se normalizó,  menos yo, que tenía tremendas pesadillas y me veía  sin pierna y lloraba toda la noche, el Chalo venía diariamente a verme  al anochecer, antes de irse a su casa, bendito hombre.  Ya tenían que comenzar las clases y me dijo tienes que ponerte medias negras gruesas, que no te dé el sol por nada, cuando pude pisar y me levanté era un escuerzo, flaca, hundida y pobre, pero eso sí, nunca perdí la fe, mis hijas son testigo de ello.  Volví al colegio caminando apenas pero fui sanando a fin de año ya estaba sana.

Olga, Abuela Rosa, Nadia
Aimée, Cecilia, Tatiana y Eduardo (Pollito)
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El año más triste de mi vida

  Llegó el Año Nuevo 1967, como siempre en la casa, pero ni me imaginé todo lo que el año me traería, tanto sufrimiento y llanto. Mi mamá les dije estaba con Emilio, me escribió que se estaba yendo a Sucre donde Lulú, y me decía me iré el 1 de abril a La Paz, llegaré para tu cumpleaños, me iré en tren así no subo de golpe, mi mamá cada vez se ponía mal y parecía que estaba mal del corazón, después se vio que no tenía nada en el corazón, yo estaba contando los días para que llegue mi mamá, llegaría donde Lily y después vería donde vivir, Adolfo estaba también en Brasil porque los perseguían a los movimientistas  la policía de Barrientos que había dado un golpe a Paz y se dedicó a meter presos a todos los que eran del M.N.R era un loco y sanguinario, la peor especie de persona.   Mi mamá llegó a Sucre, en  febrero, pero yo veía cerca y los días pasaban rápidos entre el trabajo y la atención a mis hijos, recuerdan cómo íbamos a la escuela los 5 por la calle Abdón Saavedra? Para no llegar tarde entrábamos por atrás, nunca tuvimos un atraso. Se aproximaba la fecha de mi cumpleaños, yo tenía un poquito de plata que reuní para ir a la estación  a recoger a mi mamá , traerla a mi casa a tomar el té y luego llevarla donde Lily, en San Pedro, nada salió como lo pensamos, hacía las 4 de la tarde, cuando terminé de poner la mesa para el té e  iríamos a esperar a la abuela  a la estación, llegó un telegrama, lo único que había rápido para comunicarse, textual  decía así: Mamá desahuciada, vengan con Gladys pronto.   Ese momento mi mundo se cayó no sé si me desmayé pero recuerdo que corrí donde la Tita para que me preste teléfono y llamar a mi hermana, llorando, llorando llegué hablé con mi hermana y había que conseguir boletos para el avión, era un solo vuelo a Sucre en toda la semana y pasado un día salía el vuelo, había que conseguir boletos, dinero con Gladys nos reunimos en la puerta del Lloyd, nos dijeron que no había nada para Sucre, pero en nuestra desesperación  sin pedir permiso nos entramos donde el gerente abriendo su puerta sin decir nada, le pedimos disculpas , pero le dijimos que aunque sea de pie , nos lleven, llorábamos tanto que nos dijo un momento esperen , llamó a alguien y le dijo, deles esos dos asientos que guardamos para las autoridades, nadie viajará ésta semana, así conseguimos  los boletos, Gladys pagó de las dos.  Ahora había que arreglar como yo los dejaba, llegué a mi casa tambaleándome y apenas pude explicarles a ustedes lo que pasaba.  Llegó el Nanhy, la peor parte, le dije que tenía que irme a Sucre porque mi mamá se moría, me contestó, ojalá se muera de una vez, anda nomas, me haré cargo de los niños, me pareció raro que diga que se quedaría él a cargo de ustedes, pero no tenía alternativa, o sea hubiera tenido si él me decía sus malas  intenciones, pero como siempre yo tonta, le creí siempre hijos míos, tu madre fue una tonta de lo peor. Creía todo y en todos, no podía creer hasta donde llegaba la maldad, me habían criado sin violencia, con inocencia y bondad, mi mamá era así, buena hasta el infinito, ayudaba a todos  y para todos tenía una palabra de amor.  Al día siguiente fui al colegio, le conté al Director  que era Gary Fritz, y como siempre ese ángel que teníamos, me dijo vete  tranquila y pide en caja  el dinero que necesites para viajar, te descontaremos poco a poco, piensa en Dios y Él te protegerá igual que a tus hijos. 

Viajamos con Gladys en un avión eran los Fairchild, pequeños y hacían un ruido intenso, parecía que se estaba desarmando, no había otra forma de llegar a Sucre o por tierra pero eso significaba dos días o más de  viaje,  lo que hoy tarda 37 minutos  se hacía en una hora o más, yo me indispuse mucho, mi hermana solo lloraba,  estábamos tan tristes que no hablábamos entre nosotras , llegué destruida. Mis sobrinos el gordo y el flaco (Adolfo y Eduardo) nos fueron a recoger y  tuvieron que entrar para  sacarme del avión.

En  esas épocas Sucre era un pueblo de 60.000 habitantes y todos se conocían eso era lo más lindo, en media hora todo Sucre sabía que la cuñada del general Quiroga había llegado. Cuando llegamos a la casa de Lulú, mamá tenía  su cuarto al fondo con una gran ventana, y su libros que siempre amó, le gustaba mucho la lectura, ella estaba en la cama  toda pálida y hablaba apenas, pero así  todo nos preguntó por nuestros hijos, ella sabía por mí que estaba en una cooperativa del colegio para obtener un departamento ya se había comprado el terreno y se había puesto la piedra fundamental, me preguntó cómo iba eso, yo le dije aún no hay nada, pero yo creo que será pronto, pero nunca se hizo, nos devolvieron nuestro dinero por   los líos con la Alcaldía no se pudo concretar. 
Mi mamá empeoraba a ojos vista, ella había estado bien hasta el 25 de marzo, ahí empezó a sentirse mal y ya no podía pensar en viajar, Lulú la llevó al médico y  le dijo tiene un montón de tumores pequeños repartidos en todo su estómago y son cancerígenos ya no hay nada que hacer,  si la abro hoy día ella morirá de inmediato, si la dejamos resistirá hasta el 15 de abril puede ser antes pero no después, ese momento volviendo del hospital fue que Lulú nos mandó el telegrama era 1 de abril y nosotros llegamos hacía el tres pero mi mamá murió el 15 de abril de 1967, fue el dolor más grande que pude tener, la enterramos  y por supuesto continúa allí, felizmente viven allí nietos y bisnietos que se ocupan de llevarle flores y rezar, todos están en una sola tumba a  perpetuidad, Lulú, René, Chichi,  Gordo y Flaco, todos los seres que amamos  y se amaron y ahora están juntos.

Mi mamá Susana Peña Peña

Yo retorné a La Paz con María mi sobrina hija de Lulú, en una flota, pero yo no volaba más en esos aviones, llegamos atontadas de tanto calmante para dormir y estaba el Nanhy con las tres hijas en la terminal, aun yo no sabía nada, Gladys se quedó no volvió conmigo, por eso me acompañó la Negra, así la llamamos a María, no es negra, llegué a la casa y qué había pasado, el Hernán se fue de viaje detrás mío, a Cochabamba dijo, la señorita Gaby, fue a visitarnos como siempre lo hacía al  menos día por medio y encontró a los 4 niños solos, tan buena ésta mujer que se quedó a  dormir y estar con ellos hasta que aparezca su padre o yo, pienso después de tantos años, 53 para ser precisos, y me siguió, creyó que yo le mentí y pensaba encontrarme en los brazos de un hombre a  todo dar, digo esto porque era su pensamiento, creía que al menos tenía dos o tres amantes, me martirizó  y me hizo sufrir mucho sin motivo, yo le decía si fuera así yo no estaría contigo, ojalá fuera cierto. Cuando me enteré que se había ido no sabía que decir, me enojé mucho, pero él cada día y cada vez hacía que yo me aleje más y más, la verdad, en esa época ya no lo podía ver ni oír. Lo único que esperaba era poder ganar más y dejarlo.

 A los 10 meses de la muerte de mi mamá, una noche 22 de febrero de 1968, me llamaron que mi papá se moría, la Tamara debe acordarse porque ella me acompañó llegamos y a los minutos murió mi papá, él estuvo muchos meses muy enfermo, sufrí mucho, pero jamás como sufrí cómo  por mi mamá, hasta el día de hoy lloro. 

Aimée, Charo Crespo, Nadia
Tatiana, Abuelo Adolfo, Cecilia

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Más cerca de la luz

   

 En esos días no sé cómo fue la cosa,  buscaba algo donde vivir, barato y mejor, Dios me puso a la Lita Morro en mi camino, una tarde la conocí,  me la presentó una amiga que vivía en una de las casas de las gradas, me dijo  quiero alquilar un departamento, es bien chiquito , pero tiene un patio, yo le dije lo puedo ver? me llevó a verlo, me dijo cuántos son le dije la verdad, bueno, si te arreglas aquí te lo alquilo, ese rato yo sabía que mi sueldo no alcanzaría pero le dije bueno, ni siquiera regatee  el alquiler, era más caro que el cuarto pero tenía baño y cocina y el patio.  Al día siguiente nos cambiamos, porque me dijo vente  ahora, no te pediré ni adelanto ni garantía, (a Dios gracias nunca le fallé) al día siguiente ya dormimos en la casa de las Morro,  con la cama grande para 3 y 3 camitas chicas en el otro semi cuarto, porque lo dividimos con cortinas, se deben acordar, seguro.   Tu padre como siempre ausente, y le avisé que había alquilado un departamento que venga  que allí  nos acomodamos bien y creo que estaban felices seguí trabajando ya la encontré a la Margara    que  volvió con nosotros para cuidar a la guagua y cocinar porque ya no iríamos ni a la pensión ni ustedes a la YMCM. Empezamos a pensar que tendríamos una mejor vida. Se hicieron amigas de las hijas de la Lita y la Yola Morro, la Cuca y la Sucu, yo misma me hice amiga de la familia, le traducía telegramas al padre de la Lita que le llegaban de Londres por la quinina, ese era su negocio que lo hizo rico, también contestaba los telegramas, pero nunca le cobré ni un peso, me bastaba que me dejen vivir en ese lugar, éramos  buenos vecinos y ellos buenos dueños de casa.

LA VIDA EN CASA DE LOS MORRO

Tomamos éste semi departamento, pero estaba contenta de al menos tener un baño completo y una cocina,  pude poner mi famosa cocina otra vez,  la guagua empezó a ir al kínder y jugaban con las hijas de la Lita y la Yola, la Sucu y la Cuca, pasaron muchas cosas ahí, teníamos que vivir hasta que el Manuel acabe un departamento más grande  en la Crespo, (por supuesto si queríamos volver) esto estaba a solo una cuadra, sobre la Teniente Campero, pero se bajaban unas gradas, al  menos treinta yo creo, amplias de cemento y a los lados habían cinco casas iguales, 2 a un lado la primera bajando mano derecha era de  la Sra. Hilda Callaú, al lado la otra casa  era de una Sra. Baldivieso, luego al frente en la otra casa de entrada estaba  la familia  de Rodrigo Ganza, la otra vivía una familia cruceña   que alquilaban ,  al dueño no lo conocí y la tercera  del lado izquierdo era de la familia Morro, hay  vivía   la  madre y su padre de  la Lita y su esposo Eddy Aliaga y su hija Cuca,  la Yola y su hija,  en realidad donde nosotros vivíamos era como un sótano a un lado  de la casa pero al aire libre o sea no dentro de la tierra, tenía un patio y había una grada  para subir a los departamentos eran tres pisos cada casa, no sé si en las otras casas había ésta especie de sótano. La cosa es que nos acomodamos lo mejor posible y tratamos de hacer una vida  agradable, aunque ya mi matrimonio había concluido hacía mucho tiempo, yo empecé a trabajar cuando vivíamos  en el cuarto en septiembre,  creo que en  1964 tengo que pensar en los años, ese año me renovaron el contrato y pude encontrar esta casa, luego el Nanhy me dijo que iría a New York y si yo quería ir le dije no.   Había ganado una beca para hacer un curso de Administración  por tres o cuatro meses.

Hernán en Nueva York

 Entones me dijo te darán mi sueldo cada mes, era muy poco después de lo que había pasado, pero alcanzaba para nosotros más lo que yo ganaba, me dijo si quieres unos 15 días antes de que vuelva , puedes ir, no sé  con qué pensaba llevarme,  así quedamos. Yo invité a mi mamá a estar conmigo hasta que vuelva el Nanhy, pero le advertí de las incomodidades, y a Dios gracias vino a vivir con nosotros, yo estaba realmente feliz porque ella me mimaba mucho igual a sus nietos, cosió el traje de gitano para Iván que fue una sensación y le trajeron varios para que haga , por supuesto le dije que le paguen, les hacía los vestidos a las tres como siempre lo había hecho, primero con las dos y en ese entonces con las tres, se pasaba el día cociendo y haciendo masitas y por supuesto veía la comida y todo, hacía muchos suspiros y empanadas, que en la noche Iván gateaba para comer más, y le preguntaba si cuando era joven había luz eléctrica, carrozas y cosas así , mi mamá lo adoraba, la Tamarita apenas le hablaba , la Aimée estaba  siempre correteando y la guagua detrás mío. Se deben acordar nos compramos un pick up, o sea un tocadiscos, y varios discos, antes que llegue tu padre él odiaba vernos bailar, y cuando llegó lo teníamos bajo mi cama  para que no lo vea y lo usábamos cuando él se iba al trabajo en época de vacación o cuando él no estaba los sábados que siempre se iba.  Tenía que llegar, se acabó la paz, mi mamá se fue a su casa y el tocadiscos bajo mi cama y aquí no pasó nada. 

NAVIDAD DE 1966

La verdad que el tocadiscos nos hizo la vida alegre, cada noche y los sábados bailábamos y la Margara     que se deben  acordar era más loca que nosotros, en vacaciones en las tardes daba clases de Inglés, no eran niños de mi colegio, eran de otros, tenía varios y me pagaban bien, mi mamá se fue a Corumbá,  con Emilio, él vivía ahí con Gladys y Coca yo pensé después que ahí empezó a enfermarse mi mamá. Pero antes llegó tu padre les trajo a cada una un conjunto de pantalón y polera en color rojo con rayas blancas y chamarras en diferentes colores, pero a mí nada, por supuesto, ya éramos dos extraños. Esa Navidad, era del 66 al 67, eso me acuerdo bien porque el 67 mi vida fue un calvario, era ya el 23 de Diciembre y yo no tenía regalos para mis hijos, salimos la Tamarita, la Aimée no sé si estaba la guagua con nosotras, la cosa es que yo compré comida y algo de ropa y pagué deudas, entonces mi aguinaldo se evaporó, en esa época estaba de moda los autitos con sus carriles a control remoto, se deben acordar bien, el Iván estaba loco por uno pero era algo como si pidiera la luna, yo no sabía que hacer anduve  buscando con las chicas y la Gaby, ustedes me decían a nosotros no nos regales nada pero compra uno para el  Iván, todos sus amigos tendrán, yo lloraba cada vez más ya no sabía qué hacer, le pedí a Dios que me guíe o me de resignación, Él me guio  justo a la tienda  era en ese entonces la kavlin en la calle Potosí, entramos era pequeña y le dije quiero uno de esos estaban en la vitrina, aún no recuerdo que se llamaba, me dijo si, y con un hilo de voz le dije me daría al crédito? si usted trabaja, como no, saqué mi papeleta que estaba en mi cartera y me dijo muy bien a fin de enero comienza a pagar, que alegría Señor!!!ese momento  no lloraba solo yo si no todas, hasta la Gaby, pobre tan buena persona y tan pobre, llanto general, y a la casa a terminar de preparar nuestra Navidad, por supuesto con Gaby invitada, llegamos y metimos el paquete  que era grande bajo la cama también, pero felices, había comprado unas muñequitas y dulces que me regalaron y alisté paquetitos para las tres, el Iván miraba cada rato el árbol y no veía nada grande estaba todo triste, yo tenía ganas de decirle, ya no sufras, pero era un día más, todas dijimos que sea su sorpresa, como todo pasa, llegó la Nochebuena y las doce, en ese tiempo primero cenábamos, después eran los regalos  orábamos dando gracias a Dios, fui saqué el paquete de debajo de la cama  y el  Iván se iluminó todo, sus ojitos brillaban como soles, ustedes eran tan felices, que ese momento quedó grabado en mi mente, y me  dije mis hijas son tan buenas y generosas, no creo que nadie sea así, Iván tiene suerte de tener hermanas de esa naturaleza, y a Dios gracias , hasta hoy que escribo estas líneas son bondadosas, valientes, generosas de almas blancas y puras, Dios las bendiga siempre, esa bondad heredaron sus hijos, mis nietos  que son como sus  madres. Iván me había puesto un regalo en una caja de zapatos, cuando lo quise abrir no me dejaba, por favor me decía no abras, pero ustedes lo abrieron y era un ratón  de goma horrible y él sabe que tengo tanto miedo al ratón que por eso no quería  que abra, estaba arrepentido porque seguramente  cuando lo puso  no creyó tener sus autos, vaya sorpresa, me dijo casi llorando perdón mamá, yo le dije es una broma, disfrutemos de lo que tenemos, se pusieron  de inmediato entre todos a armar los autos, nunca olvidaré ésta Navidad, aunque hemos tenido  muchas bonitas ésta fue la más emocionante, más tarde se arruinó, menos mal que bastante tarde.

Más tarde tuvimos la ocurrencia entre todos, de sacar el pick up y poner música al comienzo tu papá no dijo nada, mucho me acuerdo que estaba de moda algo así como «California» estábamos bailando y de repente un golpe seco, paren esa música y me dijo, esto es lo que enseñas a tus hijas? se deben acordar, la cosa es que nos hizo llorar y nos fuimos a dormir,  a mí me dijo tu eres la culpable  porque quién ha comprado el tocadiscos? has tenido que ser tú, mañana mismo lo tiras o lo regalas no quiero verlo más, fue muy triste.