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Noviembre 29, 1969

Llegó el 29 cumpleaños de Evelia, mamá de Sandrita y Eduardito, hijos del flaco ( Eduardo Quiroga Bonadona) Sandrita tenía más o menos 2 años y medio y Eduardito un año o menos era bebé, entre charla, risas, gritos y mucho ruido como siempre, empezamos a preparar la fiesta, lo más cómico fue la matada del chancho, por supuesto nadie sabía ni nadie quería hacerlo, pero mi cuñado como buen soldado lo sabía, pero pedía ayuda y todos nos encerramos en el comedor, pero el Adolfito, valiente, dijo yo voy, y entre los dos corrían todo el patio y jardín detrás del cerdo, nosotros adentro muertos de risa, no sé como lograron agarrarlo ni como lo mataron y limpiaron, yo estaba muerta de miedo, no quería ver nada, la cosa es que el cerdo fue la cena estupenda, chancho al horno y sus guarniciones que hicimos entre todos. Más tarde nos fuimos a la peluquería, en esa época yo usaba una media melena y le dije a la peluquera que me haga un moño, me hizo dejando sueltos a los lados de la cara unos chorizitos de cabello, yo me sentía super, salimos con Susy y Charo, nos fuimos a la casa a poner la mesa y arreglarnos nosotras. No tenía un vestido solo mis falditas, la Susy me dijo tengo un vestido verde, te quedará bien, ponte ese que yo no me lo pongo, bueno, me metí el vestido, era verde al cuerpo, y con escote redondo con un volado, me quedaba pintado o yo lo creía, era joven, no era gorda ni flaca, me creía la Reina de Saba. Era una noche calurosa de verano, no llovía y todo esta bien organizado en el comedor de afuera, empezó a llegar la gente una cantidad de compañeros de la Universidad del Gordo, él entonces ya había terminado abogacía y le faltaba hacer sus papeles, pero era aún presidente de la C.U.B. llegaban y llegaban, todos jóvenes y lindos y profesionales casi todos, cuando salgo, el Flaco que siempre metomaba el pelo a veces me hacía llorar, se para y me toma de la mano y dice: Señores les presento a mi tía «Cleopatra», casi me desmayo al escuchar esto, me puse roja como un tomate, cenamos, bailamos de todo, el Salvador trajo un tocadiscos y discos montones, teníamos la música que queríamos, había un muchacho médico que hacía su especialidad en psiquiatría se llamaba Edgar Prieto y nos gustamos, nació un hermoso romance que duró lo que dura un amor de verano, con él pasé bellos momentos, porque no era como ahora, a la cama, era amor, solo paseos, tomar un té, comer algo, él no tenía mucho dinero, yo nada, caminábamos kms, fuimos a la Florida, así se llamaba donde era la casa del Presidente Arce que estaba en ruinas pero se veía que había sido una mansión. Él vivía con sus padres en el Tolar, lejos de nuestra casa, llegamos hasta la puerta de su casa, y me dijo que si te presento a mis padres divorciada con cuatro hijos me matan, el vivía con padres y hermanos, una familia bien formada y conservadora, él mismo estaba educado a la antigua, y yo también, no piensen mal, él me decía si no tuvieras tus hijos yo me casaría contigo, pero te imaginas? mis padres me matan antes que suceda esto, solo fue eso amor de verano, todavía tenemos que hablar de la Navidad y Año nuevo, Navidad muy familiar. próximo capítulo NAVIDAD.

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