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Sorpresa… vuelvo a Madrid

Ya era marzo, y me enfermé, vino  el doctor y le dijo a tu papá, esta niña tiene que  cambiar de clima. Desde que  llegamos  no hubo un rayo de sol, y después vimos que podía ir a España donde la señora María.  La  llamamos e  hice el viaje,  me fui a España  pocos días antes de cumplir 16, lo que no sabía yo era que llevaba un bultito  más o menos desde enero, por eso el doctor me miró el iris de mis ojos, y le dijo a tu papá, a mi nada.  Salí de Liverpool en avión con dinero creo que llevé 200  dólares que era mucho en España de esa época y si necesitaba más dinero, me enviaría más  tu papá.

Parque del Retiro Madrid 1953

Hacía el 15 de marzo  llegué a Madrid,  la cuna del requiebro y el chotis,  así dicen los madrileños, me encantó desde la llegada aunque ya habíamos estado.  Allí me recibieron el Lucho y su profesor Guzmán Aguilar de Ancos,  gran gente, ya les hablaré de él.        Me llevaron al barrio  de atocha a la casa de la señora María justo donde  está la estación de   trenes hay una plaza redonda,   en uno de esos edificios de departamentos, eran creo como  seis pisos, pero ellos vivían en el segundo, un departamento grande pero de clase media empobrecida como todos después de la guerra civil.   Llegamos a la casa pero el Lucho se quedó en el camino, me dijo debo irme a mi casa, así supe que ya no vivía ahí.   Los hijos de la señora María eran:  Maruja era la mayor con unos 40 años, Guzmán 35 más o menos, ahora puedo calcular, en ese entonces ni me daba cuenta, Conchita 25 y María del Carmen  20  y  Sagrario unos 18, todos me decían que era una niña. 

Estación de Puerta de Atocha

Me recibieron muy bien, tenían una doméstica, la chacha, llamada Paula, ganaba 100 pesetas al mes, y le daba 100 pesetas más porque me preparaba el baño cada día y calentaban agua y no sé qué más, la cosa es que yo me bañaba, la señora María que se parecía a mi mamá, para mí, me mimaba y  me decía, eres una niña, y ella fue la que me dijo, esperas un bebé,  y tienes que cuidarte, yo le dije cómo? y  me explicó de la forma más sencilla. Ahora si  ya sabía todo. Los días pasaron volando, entre  risas, paseos,  jugar parchís en las noches usando la mesa camilla para calentar los pies. 

Parque El Retiro Madrid

Comía como oso, un gran té en la Gran Vía  costaba como 30 pesetas, casi nada, el cambio era altísimo,  si mal no recuerdo cada 100 $us. eran unas 1500 pesetas era mucho,  tu abuela le mandaba al Lucho $us. 70 para que viva y era mucho dinero, en Bolivia también. Un día vino a almorzar el Lucho, lo habían invitado, después del almuerzo  el lucho me dijo: podemos hablar? sí  claro,  me llevó a una habitación que servía de sala y me dijo, llorando anoche nació mi hijo, es hombre, se llamará Adolfo igual que el padre de Carmen, creo que el verdadero padre se llamaba así, nunca se supo  si era Carmen Cutanda o Carmen de la Serna,  eso ya se fue a la tumba, solo  su madre lo sabe.   Me dio mucha pena y me dijo,  no le digas al Nanhy,  no le prometí nada, le dije trataré de no hacerlo.

Yo y el Lucho en parque El Retiro Madrid año 1953

A los pocos días fue mi cumpleaños no. 16, me hicieron un agasajo, torta y todo  lo demás, el vestido que estoy en la foto, era de dos piezas, me hicieron hacer las chicas con  un sastre, yo solo me medí y  pague. Me llevaron a un estudio fotográfico y me tomaron  la foto, ese día cumplí 16 y sabía que mi hijito nacería por octubre.

Cuando cumplí 16 años
01/04/1953

Me llevaron a un parque hermoso, no era El Retiro, no supe cómo se llamaba, también fuimos al Museo del Prado, allí en el segundo piso, vi lo que sería mi hijo, el cuadro de Murillo que yo no sabía ni quién era.  En el cuadro había un niño pastor de unos 3 a 4 años con sus ovejitas sentado en el pasto, bello, blanco y crespo, de ojos oscuros y me dije que así será mi hijo y realmente  así fue, exacto, así comencé a sentir un amor loco por mi niño.

El Buen Pastor, es un óleo sobre lienzo de realizado por el pintor Bartolomé Esteban Murillo alrededor del año 1660
Museo El Prado – Madrid

   Después de ese gran paseo por el  museo  del Prado, quede prendada de Madrid.

Se volvió mayo, y teníamos que ir a una corrida de toros, cosa que no sabía que existía, para la fiesta taurina más grande de España, pero era hacia el 15 de mayo más o menos, pero el Nanhy me mandó un pasaje de vuelta a Liverpool, antes de esa fecha, yo  regalé mi entrada, les dije vean quién va en mi lugar, la verdad, ya me sentía gorda y quería volver a mi casa, había estado también en semana Santa. En La Plaza de Atocha pasaban las cofradías y cargaban a la virgen, a Jesús  y otros santos que no me acuerdo bien, pero lo que sí me acuerdo es  que se insultaban entre las cofradías, eso  me impactó porque decían  groserías, y todos y todas de negro con mantillas. Yo me compré una hermosa mantilla con claveles hermosos, toda negra. Fue un día de diversión para nosotros, jugamos  parchís, reímos, comimos, no había donde ir, todo estaba cerrado.

La señora María, sus hijas y yo.