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Luz al final del túnel

Después de tanto susto y dolor,  una tarde  de viernes tenía  mi lectura bíblica en casa del Pastor Angles, yo sabía que el Nanhy no llegaría y los dejé donde la abuela, aparte de eso, desde  su detención  y todas las vergüenzas que se pasaron, yo ya no tuve más  contacto físico con el padre de ustedes, ni la mano me tocaba porque yo quería matarlo solamente, y menos mal, porque con su inconsciencia y mi falta de conocimientos, hubiera tenido diez hijos  seguramente, menos mal que no podía ni verlo, ese día que les digo, fui a mi clase de la biblia y estando orando alguien llamó al Pastor Angles, (el Iván se debe acordar bien de él cuando fue a Tucumán  estaba en el Internado Metodista como  Pastor),   después que el Pastor habló con la persona que lo buscó,  se acercó a mí  y me dijo, Olga, podrás tú ir al colegio en remplazo del profesor Llerena que se ha ido a las guerrillas y nos ha dejado sin maestro de Inglés para quinto y para los atrasados, trabajarás unas dos horas en la mañana y dos en la tarde tu sueldo será trescientos bolivianos, yo no  lo podía creer, un trabajo, claro le dije, yo no tengo experiencia, no importa, Billy Frank que es el director de los profesores de Inglés te tomará una prueba y si estás bien, te entrenará y te dará clases a las 8 am para que tengas más seguridad, agradecí a Dios y todos me bendijeron, salí corriendo a mi casa, tenía un fin de semana por delante para buscar casa, arreglar y buscar  una empleada.  Creo que  llegué volando a recogerlos, le conté a tu abuela mi buena suerte y ella se alegró, me dijo yo te ayudaré con lo que pueda, estaba feliz, por supuesto no fue tan fácil, seguimos en ese cuarto más o menos un mes  o algo más, era fines de Agosto y comienzos de Septiembre o sea yo ganaría todo el mes, y me dijeron si me quedaba me darían una carta en sobre blanco a fin de octubre cuando termine el año escolar y me pagarían noviembre, diciembre y en enero ya tendría que estar en clases de aprestamiento, para prepararme para el año siguiente y me asignarían otros cursos, esto siempre y cuando yo pueda hacerlo bien estos dos meses,  de eso dependía todo, empecé el lunes, me fui a la escuela con los 4, los grandes se fueron a sus clases y yo me quedé con la guagua en mi curso, temblaba como una hoja, le dije guagüita, vas a esta calladita y no  vas a molesta, la pobrecita  se quedó sentadita  jugando con sus deditos, esa imagen nunca se borrará de mi mente, tenía tanta pena pero era eso o quedarnos para siempre en ese cuarto o hasta que nos bote el  Manuel porque seguía construyendo. Esperamos ese mes como se pudo, pero en el colegio mis compañeras tan buenas me dijeron cuando vieron que yo la llevaba  a la Tati de ocultas de la Miss Bennet, que era terrible directora de primaria,  más bien Billy Frank no me dijo nada, en la  clase calladito y se salió, cuando terminé yo creo hasta ahora que Dios me puso las palabras y la  lucidez  en ese momento, porque después supe que Billy había dicho es muy buena, la tomaremos al año para entrenarla bien, tiene muy buen Inglés y pronunciación, eso recién lo supe al año siguiente. Recibí mi primer sueldo, yo les había prometido chocolate helado en el club de La Paz, que era lo mejorcito y nunca habíamos ido,  y cuando fui hacer efectivo mi cheque fuimos a tomar el chocolate prometido después, compramos algunas cositas para cada uno, que alegría teníamos, nos fuimos a nuestro cuarto hasta la hora en que se tenían que ir la Tamarita y el Ivancito a la casa de la abuela Rosa. Dentro de mí, dije nunca más mis hijos ni yo seremos humillados, trabajaré todo lo que pueda para que estén bien.  Aquí les digo, que todo lo que les cuento es la pura verdad, yo siempre los amé.

Creo que me expresé mal, hice lo que pude por amor a ustedes siempre los amé y ahora los amo creo que más si acaso se pudiera, son mis hijos amados, los 6 han sufrido, pero he querido que solo sean felices, hice lo mejor que pude.