Categorías
No categorizadas

Año nuevo 1970

 Así alegres y felices también pasaron esos días, llegó  la noche vieja, en ese entonces no había  la tradición de las uvas, eso fue importado de España muchos años después, en esa época nosotros contábamos plata, salíamos y subíamos gradas con una maleta para viajar ese año, yo siempre pongo 12 velas a San Silvestre, una por mes para prender cada primero de mes, ese año no lo hice porque no encontré velas y ya lo dejé, después volví a mi costumbre hasta ahora. El Flaco y el Gordo se encargaron de los amigos, yo tenía mi pareja segura, igual cenamos,  empezamos a bailar, la canción que poníamos una y otra vez se llamaba Señora Chichera era una chacota general, el Flaco cantaba a gritos una canción chaqueña que nadie la conocía, pero todos ellos habían vivido en el chaco la letra era más o menos así: «carandayteña querida, dueña  de mi corazón, te suplico no me olvides ni me tengas compasión», esto es lo poco que me acuerdo de la canción, y Sandrita salía de su habitación y le gritaba a su papá, por favor papá , ya no grites tanto, quiero dormir, a todo esto ya sería la una dijimos todos a dormir, menos la Susy, Salvador, Edgar y yo porque continuamos, nos fuimos a bailar Hotel Restaurant Londres, luego nos fuimos a casa de Dorita, una amiga de la Susy,  en su casa tenía un fiestón, toda la noche bailando, ya amaneció y fuimos a comer chorizos, para mí eso no era desayuno, pero me pedí un té,creo que se llamaban» Las Lunares» o algo así, Salvador era muy conocido en Sucre, así que nos trataban de maravilla, era generoso con las propinas, así entre baile y comida y claro muchas risa, se volvió el 1 de enero, ya amanecía, yo veía cosas raras, yo no tomo trago así que ni lo piensen, lo máximo era una copa de champán  y una de vino blanco, solamente llegaba a tres con mucha insistencia  se me cerraba la garganta y tenía que ir al baño a botar todo lo que tenía adentro, no me pasó esto solo porque tomé refrescos, pero ya veía visiones, me asusté y les dije  me voy, Edgar me llevó, esa noche dormí en el cuarto, con alguno de ustedes no se cuál , me pueden hacer recuerdo, fueron unas cuántas horas de sueño como muerta y como todo lo bueno llega a su fin.

Nos quedaban solo dos  o tres días de vacación, así que fue preparar todo lo que habíamos traído, ese lunes yo tenía que presentarme al colegio para empezar mis talleres pero eso sí, el año de trabajo estaba asegurado, así pasaron 20 años de trabajo, pero cada año, así lo sentía era mejor profesora y mejor persona, ahí aprendí las mejores cosas que pueda tener,ser siempre veraz aunque sea en mi contra, a ser honrada y respetada por todos, y lo mejor seguir a Cristo, por siempre, creer en Él y saber que nunca nos deja solos. Parece tanto 20 años y ahora los veo como si hubiese sido una año o algo así, si no fuera por mis hijos, nietos y bisnietos, podía creer que el tiempo se detuvo, y sigo siendo la joven de 23 años que sin saber casi nada de la vida  ni tener experiencia, solo por el Inglés, pude trabajar y tratar de hacer un buen hogar con ellos a mi lado, les dí todo lo que pude, amor a raudales, porque escribiendo ahora recién me doy cuenta porque Tatiana hace  unos tres años o algo así, la última vez que vino, me dijo  para mí la Navidad se acabó cuando tenía doce años, yo no creo porque ella tiene 3 hijos ahora y los ha criado buenos y con muchas cualidades, nunca más hubiera festejado la Navidad, yo sé que lo hizo por herirme, por lo que vino después que no estaban ni en mis planes ni en mi cabeza, pero esto lo escribo con pena, las tres niñas nunca me perdonaron .Al leer esto se darán cuenta que yo lo he sabido siempre pero la única manera de seguir adelante…                 

  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *